DIBUJO Y APRENDIZAJE

La pandemia del COVID-19 y más especialmente el aislamiento posterior ocasionado por las numerosas medidas restrictivas promulgadas para su control, han logrado transformar rápidamente muchas de las actividades humanas a las que ya estábamos acostumbrados. En el área de la expresión gráfica esta circunstancia ha puesto el foco sobre algunas de sus dificultades, siendo la ocasión idónea para repensar su aprendizaje y práctica a través de nuevas vías de enseñanza eficaces y seguras, según las condiciones impuestas. En la educación aparecía el concepto de “grupos burbuja”, en los que era posible un contacto más estrecho entre un número concreto de alumnos y su tutor, a la vez que establecía una cierta estanqueidad limitando sus relaciones con otros grupos diferentes. Por un lado, era envidiable recuperar los grupos reducidos de alumnos para una enseñanza personalizada reproduciendo el modelo clásico de taller y la relación entre el maestro y el alumno “aprendiz”. Por otro lado, las restri

  El concepto abordado se basa en la recuperación de la práctica del dibujo a mano alzada a través de diferentes entidades, llamados clubs de dibujo, figuras que si bien han existido tradicionalmente desde hace más de 200 años, perdieron su prestigio en las sociedades modernas debido a diversos motivos como su carácter elitista entre otros. En este artículo exploramos su recuperación y adaptación como metodología eficaz, localizando y organizando grupos de trabajo interdisciplinares y surgidos por afición al dibujo, por su práctica y aprendizaje, que han podido verse desatendidas por las nuevas tecnologías. Retomamos el debate de las capacidades y el desarrollo intelectual basado en la observación y el análisis a través de este tipo de dibujo, que afectan directamente a la capacidad creativa. Así lo confirman gran número de creadores de todos los ámbitos, que emplean sus destrezas en el dibujo como fuente que nutre y opera de desencadenante para su creatividad. Palabras clave: Club de